Al pie dela cruz sentada
estaba la Virgen María
muy triste y desconsolada
sin consuelo ni alegría
porque tenía en su brazos
la prenda que mas quería.
Contemplando las cinco llagas
que en sus manos y pies tenía
y tambien la del costado
que el corazón le partía.
Quien esta oración dijese
solo una vez cada día
a la hora de la muerte
verá a la Virgen María.
Virgen María
mi espejo y mi luz
sola quedaste al pie de la cruz
sola te hallaste con gran soledad
socorrednos Señora con gran necesidad
principalmente a la hora de la muerte.
Amén